Yin Yang


La teoría del Yin y del Yang surge a partir de la simple observación de la naturaleza y describe el hecho de que todos los fenómenos naturales tienen su propio opuesto que lo complementa.

Ninguna entidad puede ser aislada de su relación con otras entidades; ninguna cosa puede existir en y por sí misma. No hay absolutos. Yin y Yang deben, necesariamente, contener dentro de sí mismos la posibilidad de oposición y cambio.

Todas las cosas son contempladas como parte de un todo y son necesarias para que sus opuestas existan.

El Yin significa originariamente el lado sombrío de la montaña. Se asocia a cualidades como el frío, el descanso, la sensibilidad, la pasividad, la oscuridad, la interioridad, las partes bajas, las partes más internas y la disminución.
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El Yang es la parte soleada de la montaña. El término implica brillantez y cualidades como el calor, la estimulación, el movimiento, la actividad, la excitación, el vigor, la lu, el exterior, las partes altas, las partes exteriores y el aumento, entre otras muchas.

Arriba y abajo, lleno y vacío o frío y caliente son cualidades opuestas y sin embargo describen aspectos relativos del mismo fenómeno y sólo existen en relación mutua.

Cualquier aspecto Yin o Yang puede a su vez dividirse en Yin y Yang, como un fractal, dentro de un aspecto Yin siempre existe una parte Yin y otra Yang que lo completa y esa división se extiende hasta el infinito. Dependen el uno del otro y se pueden identificar, pero no se pueden separar. Su separación conllevaría a su destrucción o a su inexistencia.

El Yin y el Yang se regulan, compensan y transforman el uno al otro en un equilibrio dinámico permanente. Están en constante cambio y esas sutiles transformaciones son las que mantienen la vida y las que mantienen el equilibrio adecuado entre Yin y Yang.

Los sucesos y los fenómenos se desarrollan por medio de una cooperación espontánea, una dinámica interna existente en la naturaleza de las cosas.

Kaptchuk, Ted "Medicina china. Una trama sin tejedor"

Comentaris

Pekas ha dit…
juasjuasjuasjuasjuas.. que no te "pase ná"... Entender y conocer el laberinto Yin y Yang.. no es tarea fácil... pero es muy divertido y enriquecedor...

Y es bien cierto... todo Yin tiene su parte Yang.. y al contrario... o incluso se pueden dar los dos estadios... El agua... YIn... pero el hielo... puede quemar..
( Yang )

En fn.. espero que lo disfrutes...
( Pregunta... la sangre.. es...???
Cris Pérez ha dit…
La sangre debería ser Yin puesto que es interna. Pero supongo que esa pregunta es un koan sobre el cual debo reflexionar más a fondo.

Por el tema del laberinto del Yin y el Yang, digamos que soy una alumna aventajada. Me encanta perderme entre los fractales de los pensamientos holísticos.

;P
Pekas ha dit…
Nunca había pensado en la posibilidad de que esa cuestiónfuera un Koan... me gusta la idea.. :-))) Gracias..
Cris Pérez ha dit…
Gracias a ti por planteármelo y a K. por darme el conocimiento para reconocer un Koan.

Muuuuaaaaaa!!!
"Este el sonido de dos manos, ¿cuál es el sonido de una sola mano?"
Cris Pérez ha dit…
¡JM!

¿Es eso otro koan?

¡Madre mía! ¡Cuántos maestros y deberes me ponéis!!!

Debo reflexionar sobre este nuevo koan de mi maestro JM...

;D

¡Gracias!
¿Maestro yo? Pobre humanidad si tuviera que depender de mis enseñanzas... Eterno alumno en cualquier caso.
Supongo que lo adecuado sería colgar alguna cita de algún crack-catacrack, pero como no dispongo de demasiado tiempo ahora mismo para reflexionar acerca de ello, vomito lo que pienso tal cual:

No creo que la persona sabia o maestra sea quien cree saber mucho, sino quien admite poseer la ignorancia completa de todo lo que nos rodea. Quien diga que es conocedora de algo es ignorante, quien no se cuestiona nada es ignorante, quien asume como ciertas algunas las asunciones a partir de las cuales construye su realidad es ignorante.

Todo esto claro está es mi opinión y agradezco a las personas como tú que cuestionan, preguntan y son curiosas. Muchas veces las preguntas que parecen más absurdas son las que realmente importan.

La humanidad ya está perdida hace tiempo, ojalá toda la humanidad tuviese nuestra curiosidad eterna de aprender y con una mente así de receptiva.

Me viene a la cabeza: "Yo sólo sé que no sé nada" y repito una vez más la cabecera de este blog que alguien rescató de Sócrates:
"Yo no puedo enseñaros nada, sólo puedo ayudaros a encontrar el conocimiento en vosotros mismos,
lo cual es mucho mejor que traspasaros mi poca sabiduría"
Cris... cuanto me alegro de haberme tropezado contigo.