Águila de corral


Un hombre se encontró un huevo de águila . Se lo llevó y lo colocó en el nido de una gallina de corral. El aguilucho fue incubado y creció con la nidada de pollos. Durante toda su vida el águila hizo lo mismo que hacían los pollos, pensando que era un pollo. Escarbaba la tierra en busca de gusanos e insectos, piaba y cacareaba. Incluso sacudía las alas y volaba unos metros por el aire, igual que los pollos. Después de todo ¿no es así como vuelan los pollos?

Pasaron los años y el águila envejeció. Un día divisó muy por encima de su cabeza, en el límpido cielo, un magnífica ave que flotaba elegante y majestuosamente por entre las corrientes de aire, moviendo apenas sus poderosas alas doradas.

La vieja águila miraba asombrada hacia arriba. “¿Qué es eso?”, preguntó a una gallina que estaba junto a ella. “Es el águila, la reina de las aves”, respondió la gallina. “Pero no pienses en ella. Tú y yo somos diferentes”

De manera que el águila no volvió a pensar en ello. Y murió creyendo que era una gallina de corral.

(Anthony de Mello)

Comentaris

Alquimista35 ha dit…
Lei este cuento hace muchos años. Cuando esto ocurrio, me senti identificado con la historia. Desde entonces deje de mirar arriba. Me subi a lo alto de la montaña, y me lance. Aun sigo aprendiendo a hacerlo, pero he perdido el miedo.