Metamorfosis

Extraído del libro "La Técnica Metamórfica" de Debbie Shapiro y Gaston Saint-Pierre.


La vida es un factor que lo impregna todo y, a su vez, lo supera; es y actúa como un poder de la materia, y a dicho poder lo denominamos fuerza vital. La vida es creación, y de la creación surge el movimiento: el movimiento es cambio, y es la fuerza vital la que sustenta este cambio dentro de los diversos ciclos de la existencia, ya se trate de un árbol, un planeta o un ser humano. Ningún estado es permanente; por lento que sea, siempre está experimentando un cambio. (...)

Podemos establecer una comparación entre la vida y el agua, un fluido capaz de adoptar forma de hielo, vapor, río o mar. Entre todas sus formas, existe una continuidad, a muchos niveles diferentes – molecular, atómico, etc.-; pero, sin embargo, es posible que, en el río que fluye corriente abajo, las aguas se encuentren con ciertos obstáculos, como piedras o ramas. De todos modos, la realidad del río siempre existe, más allá de las piedras, y el potencial de cambio continúa presente, por encima de cualquier obstáculo. Idéntica situación experimentan nuestro movimiento y nuestra capacidad de cambio: a pesar de los obstáculos que puedan surgir, la fuerza de la vida siempre espera para transportarnos a un estado superior de libertad.
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En la naturaleza, la bellota se convierte en roble y la oruga experimenta una metamorfosis que la transforma en mariposa. Todos contamos con el potencial para hacer y llegar a ser mucho más de lo que somos y hacemos en este momento. (...) Los cambios internos se producen por acción de la fuerza vital, no necesariamente por imposiciones o intervenciones externas.

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La vida es el poder que cura. (...) La vida está haciendo el trabajo que la persona necesita: una transformación. (...) El proceso por el que una oruga se convierte en mariposa refleja lo que sucede dentro de nosotrxs cuando dejamos atrás nuestros patrones de dificultades psicológicas o físicas y avanzamos hacia nuevas áreas de desarrollo. En el proceso de metamorfosis, las células de la oruga se modifican hasta adoptar una estructura totalmente diferente y crear una forma de vida radicalmente distinta de la original. La programación que da lugar a este cambio se establece durante la concepción del insecto; queda impresa en cada una de sus células, y en un momento predeterminado y preciso todas ellas responden al guión preestablecido. La metamorfosis es el proceso de cambio que se manifiesta cuando la programación interna que ha quedado establecida en el momento de nuestra concepción, y crecemos y nos desarrollamos según sus pautas. A pesar de que, no existe en nuestra vida un momento de cambio tan radical como en la oruga, aun así gozamos de su misma capacidad de transformación.

La huella de la metamorfosis queda plasmada en un cambio en nuestro modo de ser. Se trata de un movimiento que nos impulsa desde nuestra identidad actual hasta la que potencialmente podemos alcanzar, y que depende de que nos libremos de nuestros viejos patrones para conseguir la libertad, y de que reconozcamos que los síntomas que experimentamos son simplemente manifestaciones de la vida, una parte pero no el todo. (...) Cada unx de nosotrxs es como debe ser, en el nivel de conciencia que hayamos alcanzado, porque al mismo tiempo nuestra fuerza vital está trabajando para que alcancemos nuestro potencial como seres humanos. Nadie puede saber jamás lo que significa la perfección para otra persona. La oruga es perfecta en su estado de oruga, y alcanzará otro aspecto de la perfección en cuanto se convierta en mariposa.

(...) sólo necesitamos tomar conciencia de nuestros patrones y permitir que se manifiesten como son, sabiendo que pueden ser transformados desde dentro. Por consiguiente, la combinación de concienciación y buena disposición constituye la más elevada de las acciones, un acto de amor y aceptación. (...) somos vida y la vida es nuestra sanadora.

(...) A menos que eliminemos de nuestra vida los patrones del pasado, no podremos entrar en el reino de la libertad.

(...) El futuro y el pasado forman parte integral de nuestro presente. El tiempo es como un río que fluye desde un lago hacia el mar, y en el que la humedad alcanza la atmósfera para regresar a la tierra y repetir el ciclo. Los sucesos del pasado aún existen de alguna forma. (...) El tiempo no es un factor lineal: los sucesos del pasado continúan con nosotros.

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